Por Andrés Rodriguez
El sábalo, sábalo real o tarpón, en inglés tarpon, es el nombre común del que científicamente es el Megalops atlanticus, de la familia Megalopidae. Sábalo también es el nombre común de varias especies de peces más pequeños emparentados con los arenques y sardinas, a los que en algo se asemeja. Es uno de los peces de mayor importancia deportiva de agua salada. Tanto que su imagen aparece en el logo de la IGFA (International Game Fishing Association).
Su cuerpo es alargado, fusiforme. Muy visiblemente le recubren grandes y gruesas escamas de bello color plateado-tornasolado que las hace deseables para artesanías. Sobre el pez vivo conforman una coraza. El vientre presenta una cresta longitudinal, conformada por placas óseas pequeñas pegadas una a otra, con una espina inferior.
Su comportamiento puede ser caracterizado como de gran voracidad. Tiene un rápido crecimiento, de unos 6.6 lb (3 kg) por año hasta ser verdaderos peces-monstruos, comúnmente de entre 40 a 80 lb (16-36 Kg). Pero alcanza más de 220 lb (100 Kg) y es probable que existan peces de mayor tamaño, sobre todo en las costas de África (allí se habla de 385 lb, 175 kg). El record mundial IGFA es de 310 lb (141 Kg), de Mario Salazar, en el lago Maracaibo, Venezuela, empatado con el de Yvon Victor Sebag, en Sherbro, Sierra Leona.
Se alimenta fundamentalmente e pequeños peces como lisas, róbalos, lubinas, sardinas, manjúas (bait fish), a los que captura en grupo. En su estómago se encuentran rutinariamente además crustáceos (cangrejos, jaibas, camarones) y muy diversos organismos acuáticos. Habita tanto aguas dulces como saladas, en áreas costeras (estuarios y manglares). Es muy conocido por remontar grandes distancias por los ríos. En su periodos de reproducción (primavera: abril y mayo) se dirigen al mar. En esa época los adultos se reúnen en grupos numerosos y realizan una serie de acrobacias muy llamativas.
Cuando son juveniles se congregan en lagunas, esteros, manglares y ríos. Las larvas (con una pequeña cabeza por lo que son conocidas como “leptocephalus”) tienen muy poca semejanza con los adultos, más bien parecen unas diminutas cintas transparentes. Se alimentan muy vorazmente y van cambiando con rapidez sus proporciones corporales.
Gracias a que tienen un conducto entre el esófago y la vejiga natatoria, puede tomar aire de la atmósfera, acumularlo en la vejiga, y hacerla funcionar como un pulmón primitivo. Ello le permite sobrevivir en aguas pobres en oxígeno o muy contaminadas. Los ojos están recubiertos por una membrana adiposa, lo que les defiende de objetos extraños en el agua.
